La fecha elegida para el viaje fue el 11 de marzo, más temprano que en los dos años anteriores. Cuando hice la reserva, sin embargo, no caí en el curioso detalle de que ese día se cumpliría un nuevo aniversario del fatídico atentado del metro de Madrid de 2014. Para nada me considero una persona supersticiosa, pero es una triste efeméride,que viene a emular de algún modo los acontecimientos acaecidos en Nueva York en 2001. Bien es cierto que los atentados de Madrid tuvieron lugar en el metro y yo me disponía a tomar el avión; pero lo importante para mí no era el patrón, sino la fecha. Lo que me tranquilizaba era que viajaría de noche, con un horario intempestivo, como suele ser típico en Ryanair; de modo que, si tenía que ocurrir alguna catástrofe, ya habría ocurrido; y el vuelo era de una compañía de bajo coste y lejos de la capital, de modo que las posibilidades de un atentado eran mínimas.
Aquel sábado conseguí descansar medianamente bien, gracias al oportuno tranquilizante que me había tomado para calmar unos nervios que supuse no faltarían a la cita. Tras el consabido ritual del desayuna y el acicalamiento matutino, aún salí de casa a toda prisa para comprarme algo más de ropa, e incluso hice un viaje a la farmacia para pesar la maleta y asegurarme de que no sobrepasaba los diez kg, pues implicaba el pago de más de 1.600 ptas. por cada kilo adicional. La maleta estaba aproximadamente por la mitad, con lo cual tenía tan sólo una idea orientativa, pero que me permitía hacer cálculos para la hora de completarla. La báscula marcaba 4’5 kg, lo cual me tranquilizó. Al acompañarme un amigo al aeropuerto, además, en caso de imprevisto, podría dejarle las pertenencias sobrantes.
No había dejado de recibir mensajes en toda la mañana cuando me disponía a comer y a acostarme un rato para descansar un par de horas, pero entonces me sorprendió una visita de mi padre. Venía a hacer unas gestiones y, ya de paso, a comer juntos y a despedirme. Aquello me dejó en una posición un tanto ambigua; pues, si bien me alegró mucho verlo, sabía que mis movimientos quedarían entonces limitados; no dependería de mí mismo, sino de sus ritmos, que, aunque fueran correctos, me inquietarían. Yo soy así; cuando estoy nervioso, prefiero estar solo y que nadie me moleste. No importa que me sobre tiempo; prefiero quedarme varias horas solo, y asegurar los resultados.
Después de varios minutos fuimos al bar al que acostumbramos, pero esta vez tuvimos que sentarnos en la terraza, en una mesa más pequeña, porque mi padre había llevado a su perrita. Ello le hizo pasar un poco de frío al aire libre, algo que se unió a mis prisas, que me hicieron poner el modo aspiradora y engullir de una manera desesperada y renunciar a mi habitual café con leche posterior, tan necesario esta vez, debido a mi agotamiento, a pesar de que, en realidad, no me convenía, ya que mis nervios estaban a flor de piel y no dejaba de hacer libaciones al poderoso dios de las aguas urinarias.
Tras la comida aún tuve tiempo de regresar a casa con mi padre y e intercambiar unos últimos correos con unos amigos, uno de los cuales me esperaba a las 16:00 en el andén del metro. Antes de irme le di un abrazo y un par de besos a mi padre, como si fuera nuestra última despedida.
Mi amigo fue puntual, consciente de lo importante que era ello para mí y contar con su ayuda. Aún nos demoramos unos minutos frente al andén, en una conversación que culminó en su expresión de sorpresa cuando le dije que cogía el avión a las 21:4. Durante unos segundos una chispa de desconcierto trocó su bondadosa mirada en una ardiente ráfaga de odio, pues él creía que marcharía a las 19:00, casi tres horas antes. Mi actitud le obligaba a acompañarme durante más tiempo del que deseaba, y más porque había hecho el esfuerzo de acudir encontrándose enfermo; pero sus afables pupilas pronto recuperaron la compostura y subimos a un vagón. Veía ya muy cercano el momento, mi anhelada partida.
Autor: Javier García Sánchez,
desde las tinieblas de mi soledad,
19-03-2017/20-03-2017.
8000 ptas?! Pessetes?! Des de quan algú utilitza les pessetes?! 😂😂
Me gustaLe gusta a 1 persona
jeje. Sóc un nostàlgic de la pesseta. En realitat, he vist que hi havia un error quan possí 8.000. Ja he editat.
Me gustaLe gusta a 1 persona