-…Luego cada uno de los personajes de la saga tiene su propia historia. Son películas independientes, centradas en cada superhéroe; pero luego hay un momento en que todas se cruzan. Ya las veremos en casa. Mi personaje favorito es Loki, el hermano de Thor, el tío del martillo; es el dios del trueno de la mitología nórdica; el equivalente al Zeus griego, hijo de Odín.
<<Loki en realidad es adoptado, robado a unos gigantes por Odín; aunque él no se entera hasta mucho más tarde; y se enfrenta a su padre y a su hermano por ello. Pero, claro, si lo piensas bien, tiene motivos: lo habían robado a sus padres legítimos; le habían dado el trono a su hermano, que es un buen tipo, pero un ignorante; y a él se le trata con desprecio o se le aparta del poder por se un tío ambicioso. ¡Coño! ¡Es que tenía todas las papeletas para rebelarse! Yo soy él y también lo hago; porque, además, él no busca hacer el mal; él busca lo que le conviene, y en cada ocasión se alía con quien le conviene. Si eso perjudica a los demás, son daños colaterales. ¡El tío es el puto amo! En la mitología nórdica es el dios del engaño.
-Es decir, que te gusta por su astucia, por su capacidad de adaptación, porque sabe sobrevivir.
-Sí. Por eso y porque es un incomprendido, en realidad. Él era el más apto para el trono. Y, de alguna manera, le engañaron; le privaron de su familia.
-Ya veo Dijo Gabi, con una sonrisa.-. Te pones del lado del débil; o, al menos, de aquéllos que, habiendo sufrido injusticias, se sobreponen y luego son capaces de grandes logros. Valoras la astucia, la capacidad de superación. No te quedas en la base, en los hechos; te proyectas hasta los atenuantes para entender el porqué del comportamiento de las personas.
-Ni yo misma lo habría explicado mejor.
-Me gusta ese punto de vista. Es atrevido; muchos estarían en contra y te llamarían cínica. Pero, en cambio, yo lo veo muy inteligente. Pero, claro, de ese modo podrías sacar de la cárcel a todos los criminales, porque todos tienen atenuantes; siempre hay una causa que conduce a que se realice un crimen.
-Ya, pero, por más causa que haya, la cuestión es que la sociedad se sienta segura. Uno puede no tener la culpa de ser un asesino; pero, si mata, estará mejor encerrado, al menos hasta que deje de ser un peligro para los demás.
-Y este vuelco que ha dado la conversación ha sido por tu amor platónico por ese Loki, ese dios del engaño.
-Ya verás. Mañana podemos ver una película.
-No sé. Mañana ya es domingo. Quizá sea mejor esperar hasta la semana que viene.
Mezclando nuestros sentimientos y nuestras expresiones cariñosas con aquellas palabras, íbamos deshaciendo el camino hacia casa. Yo, abriéndole la mente a ese mundo de fantasía que siempre me había divertido y que me encendía la imaginación; él, escuchando atento, yo diría que maravillado, interrumpiéndome de vez en cuando para apuntalar alguna idea o bromear. Y a veces, como en la ocasión referida, la charla se desviaba del punto de partida sin que nos diéramos cuenta.
Acaramelados en nuestro paseo, sentí que se desvanecía nuestra nube cuando oí a lo lejos mi nombre:
-¡Laura!
Autor: Javier García Sánchez,
desde las tinieblas de mi soledad,
21-02-2018.
M’agrada la conversa sobre mitologia nòrdica. Espero que qui la cridi no sigui… ja saps…
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jeje. Jo no conneixia res; aprenguí quelcom llegint Forges i quelcom més parlant amb amics.
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