Recupero aquí una entrada del año pasado, pues se trata de un triste aniversario -otro de tantos- que no deben olvidarse, para evitar que se repitan. Hubiera querido ampliarla, pero me he visto ocupado en distintos avatares en los últimos tiempos, y por ello no he podido hacerlo. En cualquier caso, ahí va lo que en su día escribí:
Otro 11-S, otro año más. Los estadounidenses, especialistas en sacar rédito de todo, incluso de sus propias desgracias, homenajearán hasta la saciedad a las miles de víctimas inocentes que murieron en 2001, y persistirán en su táctica de alimentar los odios contra un supuesto enemigo, en realidad creado por ellos mismos, para mantener el miedo y el espíritu nacional, para que incluso en otros países se les tenga como salvadores, como un imperio necesario. Mientras tanto, la industria armamentística sigue avanzando. Y siempre, por supuesto, cuidando de difundir la amnesia que hace olvidar cómo Estados Unidos desestabiliza sociedades con bloqueos económicos, cómo manipula la información y cómo fabrica dictadores según le conviene.
Ocurrió a principios de los ’70 del siglo XX, después de que el socialista Salvador Allende ganara las presidenciales de Chile. Allende llevó entonces a cabo varias medidas para modernizar su país y sacarlo de las garras del capitalismo, que había creado una sociedad marcadamente desigual, cuya élite, como de costumbre, estaba al servicio del imperio. Entre las medidas tomadas por el gobierno de Unidad Popular se encontraba la nacionalización de las minas de cobre, en manos de las grandes compañías yankis. El presidente Nixon, que había hecho lo posible por evitar la elección de Allende, con una campaña de desprestigio y financiando económicamente la campaña de la derecha, emprendió entonces un bloqueo destinado a estrangular a Chile; desestabilizarlo y presentar a Unidad Popular como el culpable de ese caos. Fue una táctica paciente, que duró más de dos años, para crear una atmósfera irrespirable en el país suramericano, al tiempo que se alimentaban los odios y se financiaba con armamento al ejército.
Finalmente, el 11 de septiembre de 1973 llegó el momento decisivo: las fuerzas armadas dieron un cruento golpe de Estado, que terminó con el asesinato del propio Allende y la instauración de una feroz dictadura que volvió a dejar grandes diferencias sociales y empobreció al país. Fue un período muy convulso y desgraciado para Chile, enmarcado en el contexto de las dictaduras del Cono Sur de esta década, pero representativa de las mismas, a causa del magnicidio. En la época de la Guerra Fría no iba a consentirse que ningún país se desviara de su órbita; ya habían tenido suficiente con la pérdida de Cuba.
Hoy día, 43 años después de aquel fatídico 11 de septiembre, y extintas la URSS y la Guerra Fría, Estados Unidos trata de desestabilizar otro país latinoamericano. Las mismas técnicas, ya tan conocidas: demonización del rival, fabricación de noticias falsas, financiar la oposición y ocultar alimentos para generar caos en el pueblo. No es de extrañar. Ya lo dijo Monroe en el siglo XIX: América para los americanos; ése era su Continente, e iban a dominarlo -Los corolarios posteriores han ampliado su doctrina hasta hacerla mundial-. Estados Unidos lleva décadas detrás del petróleo venezolano. Mucho me temo que ocurra lo mismo que en aquel triste 11 de septiembre de 1973, y que Obama o su sucesor ataque a otro de nuestros hermanos.
ALLENDE (Mario Benedetti)
Para matar al hombre de la paz
para golpear su frente limpia de pesadillas
tuvieron que convertirse en pesadilla
para vencer al hombre de la paz
tuvieron que congregar todos los odios
y además los aviones y los tanques
para batir al hombre de la paz
tuvieron que bombardearlo hacerlo llama
porque el hombre de la paz es una fortaleza
para matar al hombre de la paz
tuvieron que desatar la guerra turbia
para vencer al hombre de la paz
y acallar su voz modesta y taladrante
tuvieron que empujar el terror hasta el abismo
y matar más para seguir matando
para matar al hombre de la paz
tuvieron que asesinarlo muchas veces
porque el hombre de la paz era una fortaleza
para matar al hombre de la paz
tuvieron que imaginar que era una tropa
una armada una hueste una brigada
tuvieron que creer que era otro ejército
pero el hombre de la paz era tan sólo un pueblo
y tenía en sus manos un fusil y un mandato
y eran necesarios más tanques y más rencores
más bombas más tanques más oprobios
porque el hombre de la paz era una fortaleza
para matar al hombre de la paz
para golpear su frente limpia de pesadillas
tuvieron que convertirse en pesadilla
para vencer al hombre de la paz
tuvieron que afiliarse para siempre a la muerte
matar y matar para seguir matando
y condenarse a la blindada soledad
para matar al hombre que era un pueblo
tuvieron que quedarse sin el pueblo
Autor: Javier García Sánchez,
desde las tinieblas de mi soledad,
11-09-2018.
Me gustó mucho tu entrada. Gracias por compartirlo.
Es importante recordar aquello que nos causó dolor para no volverlo a repetir. Un abrazo.
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Muchas gracias, Jessi. Estas fechas son muy importantes por muchos aspectos. Entre otras cosas que no se comentan en la entrada, el 11-S de 1940 el régimen terrorista de Franco asesinó a muchos republicanos.
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Sí, es una fecha muy dolorosa para muchas naciones.
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Muy buena entrada, los EEUU son maestros en manipular, los ejemplos son incontables, siempre han buscado como ampliar su poder saltando por encima de quien sea, como dice Trump, 1º América (como si solo ellos fueran América), 2º América y 3º América…
Un abrazo.
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Así es, Estrella. A mí me indigna y me repugna. Chomsky analiza en varios de sus libros la estrategia gringa.
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Quina gran entrada, Javi!! Bravo!!
La manipulació americana es la mestra dels manipuladors actuals aquí a casa nostra, pero aquí son uns pardillos amb sort, doncs sent descoberts se’ls creuen cegament igual
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Obviament, Lídia, a Espanya hi ha muntó de manipulació, però els vertaders mestres són els iankis; els qui, fins i tot, dicten la informació als mitjans occidentals, degut a la força que tenen.
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Fabulosa entrada. Besos a tu corazón.
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Muchas gracias, María! Besos!
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